Las maderas se clasifican en tres tipos: coníferas, frondosas y tropicales. Las maderas de coníferas, cuyas especies más comunes son el pino silvestre, el pino Oregón y el abeto, son resinosas o blandas y los característicos anillos anuales. Las maderas tropicales con característica similares a las frondosas son poco porosas, aunque con gamas de color más oscuras que los otros tipos de maderas que suelen ser usadas en fachadas, construcciones modernas, jardines, terrazas o tarimas de piscina. Las maderas frondosas son características de las zonas templadas y tropicales, de crecimiento lento y más densas, duras y resistentes que las coníferas.
Las maderas frondosas además no son fáciles de impregnar con tintes, colas y barnices por tener superficie poco porosa y rica en taninos. Los colores de estas maderas abarcan una amplia gama que va desde los tonos más pálidos a marrones oscuros. Sus usos más destacados se concentran en la fabricación de mobiliario y ebanistería o vigas, revestimientos y estructuras macizas, y son habituales en vigas y estructuras de casas antiguas, muebles y tarimas de interior. La procedencia más común de este tipo de maderas suele ser europea o norteamericana.
Son maderas frondosas especies como el roble, haya o acacia que tienen usos muy diversos. El roble es una madera dura, resistente, tenaz, densa y poco alterable de labra fácil. Tanto el roble blanco americano como el roble francés tienen aplicaciones en muebles rústicos de interior y exterior y para fabricar chapas decorativas, tablero alistonado y toneles.
La haya es la madera frondosa que mejor se impregna, pudiéndose entonces emplear en cualquier clase de obra hidráulica o marítima: resiste tanto como el roble y tienen un precio más económico. Se utiliza de forma habitual en ebanistería fina de interior, pues se presta al curvado y se tornea bien. Se usa para muebles, así como chapas decorativas y tableros contrachapados y artículos deportivos.
La acacia es resistente a la humedad y cualquier factor meteorológico: eso y su dureza la hacen muy apta para su uso en exteriores. Original de la región atlántica de los Estados Unidos actualmente se ha difundido por Europa desde el Mediterráneo al Sur de Suecia, y por el Norte de África, Asia Suroccidental y Oriental y Nueva Zelanda
La inmensa mayoría de las especies que tenemos disponibles en Alberch -excepto la acacia- se pueden destinar a la llamada carpintería de huecos y revestimientos de interior: como puertas, ventanas, tarimas, frisos, cercas, molduras e incluso escaleras. El fresno americano, criado en Europa del Este mayormente, tiene aplicaciones en muebles rústicos y finos de interior y exterior, muebles curvados y artículos deportivos. Por último, el maple duro, el nogal europeo, el sicomoro y el cerezo americano tiene aplicaciones en muebles y ebanistería fina de interior, además de servir para torneados, talla y muebles curvados.
En Alberch contamos con una amplia oferta de maderas frondosas que puedes consultar en nuestra web, disponibles para múltiples usos que siempre cuentan con certificación Forest Stewardship Council (FSC) procedente de bosques gestionados de manera sostenible.